REFUTANDO

Una cosa es hacer críticas y otra hacer juicios de valor sin contar con calidad moral. Siempre he aceptado las críticas, sí me enojan, pero las acepto, me han hecho muchas a lo largo de mi vida, pero las escucho, tomo lo necesario y lo que cae en la categoría de mierda lo mando a otro destino. Las criticas son una oportunidad, sólo quien las hace tiene el tacto de juzgar con fundamentos y no como le llega la gana. Los humanos somos expertos en darle puntuación o categoría al trabajo de otros, opinamos hasta las narices, nos llenamos la boca hablando de otros, de sus defectos, de sus errores, de sus acciones y si nos miramos nosotros descubrimos como somos un perfecto cuadrado de estiércol. Las críticas hay que saber formularlas para no caer en errores de estupidez e ignorancia. Dentro de lo que puedo trato de ser  humilde, hoy intente asumir las críticas que se me han hecho y tomarlas como información útil, hoy sé que expresarse en un blog libremente es ser disparatosa, que hablar de mis vivencias a algunos le carcome la vida, que mis experiencias sexuales le causan envidia a algunos necesitados/as, que un blog debe responder a lo que otro quiera. La gente inteligente critica con rigor, riqueza de matices y sentido común.